lunes, 25 de julio de 2011

ARTROSIS Y ARTRITIS


Artrosis:
¿Cuándo se levanta siente una pequeña rigidez en una mano, en la cadera, el cuello o la rodilla? ¿Nota que a medida que transcurre el día la molestia tiende a desaparecer siempre y cuando usted no se mueve demasiado? Preste atención y consulte con su médico ante cualquiera de estos síntomas, ya que pueden estar indicando la aparición de una artrosis.
Esta enfermedad de las articulaciones no es para nada rara ni poco frecuente .Entre las causas que la producen, las más importantes son
el sobrepeso y la edad, ya que el desgaste en las articulaciones se produce justamente por su uso.
Si bien hay más de 200 clases de reumatismos, el más común es la llamada artrosis u osteoartritis, que causa la formación de picos en los bordes de los huesos e impide el movimiento.
Para algunas personas la artrosis es sólo una molestia soportable con la que deben con-vivir. Para otras, en cambio, el dolor se convierte en una verdadera pesadilla que  obstaculiza el desarrollo de las tareas cotidianas, al extremo de que el caminar, vestir, etc.

Hábitos para evitar o detener la artrosis
Hay muchas cosas que puede hacer para aliviar el dolor y frenar el avance de la enfermedad. Los puntos que le mencionaremos a continuación son en especial importantes, ya que ha demostrado en forma científica su relación con la artrosis:

Control del peso:
El exceso de peso somete a las articulaciones a soportar una carga para la que no han sido diseñadas. Por eso, los médicos sostienen que las personas con más de un 20 % de sobrepeso son las candidatas probables para sufrir artrosis.

Seleccionar bien lo que ingiere:
Los médicos recomiendan seguir una dieta equilibrada, que incluya alimentos ricos en fibras, como cereales integrales, verduras frescas y frutas. Evite en lo posible las grasas, los alimentos refinados, fiambres. Embutidos y conservas. Suprimir los alimentos que en general, hacen aumentar de peso como pastas, pan blanco, féculas, dulces, confituras y cremas. 

Controlar el consumo de alcohol y tabaco.
Por  otro lado, los especialistas consideran que algunos alimentos resultan favorables para detener la enfermedad.

Ponerse en movimiento:
El ejercicio es vital para tratar la artrosis. Cualquier especialista en reumatismo le explicará que si no se mueve, el dolor aumentará a medida que sus músculos se debiliten y las articulaciones se inflamen.
La natación es una de las actividades físicas más apropiadas para este trastorno, ya que fortalece los músculos y aumenta la circulación sin ningún riesgo de lesión. También son recomendables las  caminatas y el yoga.
El reumatólogo que lo trate podrá prescribir un programa de ejercicios adecuado para el tipo de lesión que tiene. Es importante que sea metódica y constante en el cumplimiento de ese programa.

Cuidarse de las lesiones:
Si es joven y desea evitar esta enfermedad, proteja sus articulaciones de las lesiones. Sea cual fuere el deporte o la actividad que practique, no realice movimientos que le causen dolor en rodillas, muñecas, codos, tobillos, columna vertebral, cadera o cuello. En muchos casos la causa que desencadena la artrosis es una lesión en las articulaciones. En este sentido cualquier elemento para evitarlas como las rodilleras, muñequeras, tobilleras o vendas elásticas.
Evite realizar esfuerzos superiores a sus posibilidades, como levantar valijas o mover muebles demasiado pesados para su contextura. 

Busque el calor:
Además del ejercicio, hay terapias físicas, tales como el calor, que pueden brindar alivio a corto plazo. Si la molestia se torna aguda, pruebe realizarse compresas tibias: moje un paño de algodón en agua caliente y colóquelo sobre la zona afectada hasta que se enfríe. Repita el procedimiento cuantas veces sea necesario hasta que el dolor ceda.
A algunas personas también les resulta muy calmante darse un baño de inmersión.

Descasar en momentos libres:
Se ha comprobado que dormir la siesta ayuda a relajar el cuerpo y alivia el dolor de la artrosis. Si no tiene mucho tiempo, bastará con 10 min. 

Cuidar la postura:
Las posturas incorrectas, con el correr de los años pueden agravar la artrosis. Por esa razón es importante que usted se informe sobre cuáles son las posiciones correctas y  se preocupe por adoptarlas en su vida diaria.




            ALIMENTOS  QUE  AYUDAN
       ALIMENTOS  QUE  NO AYUDAN
Aceite de oliva
Leche de vaca y otros productos lácteos
Alcauciles
Edulcorantes
Almendras
Espinacas
Ananá
Ruibarbo
Apio
Tomates
Berro
Pimienta
Cebada
Pimientos verdes
Cerezas
Papas
Lechuga
Berenjenas
Mijo
Tabaco
Moras

Porotos verdes

Semillas de sésamo


Tratamientos para aliviar la artrosis
Hay una serie de recursos paramédicos que pueden contribuir a aliviar el dolor y la inflamación de las articulaciones.
La acupuntura, la reflexoterapia o homeopatía, cualquiera de estos recursos puede ser efectivos para afecciones difíciles de tratar, tales como la artrosis.

Calmantes:
Por lo general los médicos  recetan analgésicos de tipo de la aspirina o el paracetamol para aliviar el dolor. En algunos casos resultan muy eficaces las inyecciones intraarticulares de corticosteroides.

Antiinflamatorios:
Los antiinflamatorios no esteroides también ayudan a aliviar los síntomas de la artrosis, pero no evitan el proceso degenerativo de las articulaciones.

Cirugía:
Además de los medicamentos mencionados, la única terapia convencional que queda para combatir los síntomas de esta enfermedad es la sustitución de la articulación afectada mediante una cirugía. El caso en que más se aplica este tipo de operación es el de la artrosis de cadera, a veces tan dolorosa que deja inmóvil a quien la padece. Este procedimiento consiste  en extraer la cabeza del fémur ( hueso superior de la pierna, unido por una articulación a la cadera) y se la reemplaza por una articulación artificial. El posoperatorio dura varis días, y luego de él, durante un tiempo hay que cuidarse de realizar ciertos movimientos. Pero pasado ese período de adaptación, casi todos los operados recuperan la movilidad en su totalidad y el dolor desaparece.

Homeopatía:
Ponerse en manos de un buen homeópata puede ser un excelente recurso para aliviar las molestias causadas por la artrosis. En la primera consulta, el especialista le formulará varias preguntas sobre su estado de salud actual y su estilo de vida, ya que necesita conocer los detalles personales para poder recetar la droga correcta: si hace ejercicio o no, si duerme bien, si es friolenta o cúales son sus hábitos alimentarios. El objetivo de este cuestionario es establecer el estado integral de su organismo no sólo en físico sino  también en lo emocional y psicológico. La homeopatía  no trata individualmente los problemas de la persona sino todo el conjunto.

Acupuntura:
Esta milenaria terapia oriental es valiosísima para aliviar el dolor causado por la artrosis. El objetivo de esta técnica es restablecer el equilibrio energético del individuo. Para ello se estimulan ciertos canales de energía mediante la inserción de agujas muy finas en la piel. Si usted le teme al pinchazo de la acupuntura, sepa que éste se percibe como un suave hormigueo cuando es realizado por un buen especialista. Las agujas, de muy poco grosor, se introducen en forma oblicua y apenas penetran unos milímetros en la piel.

Reflexoterapia:
Este método se basa en el masaje de las “zonas reflejas” de los pies para tratar áreas del cuerpo situadas a distancia. Los reflexoterapeutas sostienen que el mapa de los pies representa el cuerpo entero. El pie derecho corresponde al lado derecho del cuerpo y el izquierdo al área izquierda. Los dedos gordos están relacionados con la cabeza y el cuello, y los talones con las rodillas y la región pelviana. Mediante el masaje sobre las zonas del pie vinculadas con las articulaciones afectadas por la artrosis, el especialista puede aliviar las molestias causadas por la enfermedad.

Artritis reumatoidea:
Es una clase de reumatismo tres veces más frecuente en la mujer que en el hombre. A diferencia de la artrosis, que suele sobrevenir con la edad, esta enfermedad puede aparecer en la juventud. Se inicia con la inflamación de la membrana que rodea las articulaciones pequeñas como las de los dedos de la mano, las muñecas y los pies.
Estas membranas contienen una sustancia llamada líquido sinovial.
Al inflamarse, el líquido comienza a filtrarse en los cartílagos y huesos. Con el tiempo, este proceso conduce al deterioro y deformación de las articulaciones. Al igual que la artrosis , la artritis es difícil de curar. Sin embargo, hoy en día existen numerosos recursos para aliviar sus síntomas. Por lo general se indican drogas para el dolor y la inflamación, tratamientos fisioterapéuticas y de rehabilitación, hidroterapia (gimnasia en piscinas climatizadas) y, en algunos casos, cirugía para reparar tendones y sustituir articulaciones.
No se deje vencer
Es difícil mantener un espíritu positivo cuando se padece una enfermedad crónica dolorosa, sobre todo si nadie le puede prometer que se va a curar. Sin embargo, lo que no se debe hacer en estos casos es deprimirse y bajar los brazos.
Los médicos especializados en esta artritis ( reumatólogos) observan que los pacientes más activos y constantes en la realización del tratamiento se sienten mejor que los pesimistas y cada vez necesitan menos analgésicos.
Si nota que con el tiempo se ha sumido en un estado depresivo o negativo, busque la manera de reanimarse. Trate de realizar alguna actividad que le eleve el ánimo.  Clases de Yoga por ejemplo o terapia psicológica.
Con respecto a las recomendaciones para controlar la Artritis podemos citar a nivel alimenticio casi las mismas que para la artrosis. Podemos agregar una dieta depurativa que consiste en una dieta líquida como jugo de frutas, agua mineral y caldos. Es recomendable practicar una suave y metódica gimnasia que dé flexibilidad a los músculos y articulaciones, como la natación.
Baños de inmersión con algas marinas tomados una vez por semana son muy indicados. Hay que evitar la humedad y no tomar frio.
En esta enfermedad es conveniente colocarse en manos de un buen especialista. Ya que de no ser tratado a tiempo, amenazara con inmovilizar o reducir ciertos movimientos. Los tratamientos indicados aquí son complementarios y preventivos pero de ninguna manera reemplazan a una asistencia médica. 

Receta de un te:
Té de estigmas de maíz: 100 grs de barba de choclo a razón de un litro de agua. se hierve durante 10 minutos, se filtra, se deja enfriar y se beben tres tazas diarias.

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