martes, 19 de julio de 2011

ALIMENTO PARA SU CABELLO - ALOPECIA- TRATAMIENTOS




Una dieta sana y equilibrada es un requisito fundamental para mantener el pelo suave y saludable. Según su tipo de pelo, no deje de incluir en su dieta los alimentos que se mencionan a continuación:


PELO SECO: Pescado, carnes desgrasadas rojas, aceite de girasol, germen de trigo.

PELO GRASO: Agua en abundancia, pescado, arroz integral y pollo.

PELO FINO Y QUEBRADIZO: Levadura de cerveza, arroz integral, nueces y almendras (consuma una por semana).
En general: Zanahoria, tomate y perejil (equilibra el PH del pelo)
Evite o modere su consumo: Alcohol, café, cigarrillos, embutidos y fritos.


PARA CUIDAR EL PELO
*Cambie cada tanto de shampoo. El  uso constante de un mismo producto hace que sus cualidades se vayan perdiendo.

*No exagere con la cantidad de shampoo. En lugar de aumentar el brillo, las dosis excesivas de producto opaca el cabello.

*Lávese siempre con agua tibia, realizando masajes circulares suaves con la yema de los dedos. De esta manera activará la circulación del cuero cabelludo y estimulará el crecimiento del cabello.

*No use productos para bebés. Éstos carecen de los elementos necesarios para limpiar el cuero cabelludo de las personas adultas.

*Enjuague bien y termine con un chorro de agua fría para que las escamas de los cabellos se cierren y de esta forma lograr más brillo.

*Desenrede con un peine de dientes largos y puntas redondas. Empiece siempre por las puntas y vaya subiendo con cuidado hacia las raíces.

*Antes de secarse, envuelva el cabello en una toalla absorbente. Así evitará el efecto nocivo que ejerce el secador sobre el pelo muy mojado.

*Recuerde que el secador debe permanecer a unos 10 o 15 centímetros del pelo.

Buen color sin perder brillo ni sedosidad
 Los años también pesan sobre el color del pelo: el rubio puede pasar a un amarillo marrón y los castaños transformarse en marrones- anaranjados. Este tipo de decoloración natural de la edad puede corregirse o empeorarse más aun con la tintura.
Tenga en cuenta que el producto que resultó perfecto cuando era más joven, puede resultar catastrófico ahora.
Para evitar errores, lo más aconsejable es consultar con un colorista profesional que pruebe la condición de su pelo antes de intentar cambiarlo.
En cuanto al color, si usted es rubia, nada mejor que unas mechas de tono dorado o miel para realzar su luminosidad natural. Si es castaña, elija una coloración un tono más claro que el suyo: parecerá menos áspero y más natural que un tono más oscuro. A las de pelo negro les quedan muy bien los marrones cálidos, dos o tres tonos más subidos que el propio color. Y el rubio dorado es la mejor opción para las pelirrojas o de cabello castaño-rojizo.

Caída de cabello
Pocos aspectos relacionados con la imagen femenina nos preocupa tanto como la pérdida de pelo. Sin embargo, es muy común que a partir de los cincuenta años empecemos a notar en el cepillo una carga inusual de pelos y las sienes cada vez más amplias.
Con la llegada de la menopausia  disminuye la cantidad de estrógenos, la hormona que protege el género femenino de la caída del pelo y empieza a aumentar el nivel de hormonas masculinas.  
Además, hay una serie de factores que pueden agravar el problema u originarlo mucho antes de llegada del climaterio.

Desequilibrios hormonales:
Los cambios hormonales ejercen influencias sobre el pelo al igual sobre la piel. Durante el embarazo, por ejemplo, suele ponerse más sedoso y fácil de peinar que nunca. Sin embargo, a los cuatro meses del parto puede aparecer una pérdida inusual de cabellos y falta de brillo o aspereza. Lo mismo ocurre con el consumo de píldoras anticonceptivas durante un tiempo prolongado: a los dos o tres meses dejar de tomarlas, puede aparecer alopecia o debilitamiento capilar.

Estrés:
En los momentos de gran tensión emocional, el organismo produce una sustancia que obliga a la hipófisis-glándula fundamental en el metabolismo del organismo a “trabajar de más”. Esta disfunción produce el debilitamiento de las fibras capilares.

Dieta:
Los regímenes  con escaso de proteínas ocasionan debilidad capilar.

Anemia:
La ausencia de hierro en la sangre puede causar alopecia.

Herencia:
Si su madre tuvo debilitamiento y pérdida de cabello al envejecer, usted tiene muchas posibilidades de padecer el mismo problema. Está demostrado que un 85 % de los casos de alopecia femenina hay un factor hereditario.


SEPA  SI  TIENE ALOPECIA


Normalmente, las mujeres pierden entre 50 y 100 cabellos por día. Esto no es mucho si se toma en cuenta que tenemos entre 100 y 120 mil en toda la cabeza.
¿Usted no estás segura de si su caída de pelo está dentro de los límites de lo normal?
Para comprobarlo puede realizar una sencilla prueba. Tome un pequeño mechón de pelo con una mano y dele un tirón firme y suave a la vez. Luego cuente los pelos que cayeron: si fueron más de diez, puede deberse a una alopecia incipiente.
Además, el síntoma más claro de este problema es encontrar gran cantidad de pelos en la almohada  o tener que pasar el cepillo a sus abrigos con mayor frecuencia de lo habitual.

Reconozca el tipo de alopecia:
La caída de pelo no se produce de la misma manera en todas las mujeres. Para identificarlas, los dermatólogos la clasifican entre tres grandes grupos. En algunos casos el problema es reversible, en otros, sólo se puede lograr detenerla pero no curarla.

Alopecia areata o circunscripta:
Aparece en zonas muy bien delimitadas, generalmente en forma de círculos pequeños. En la mayoría de los casos el origen es emocional: tanto el surmenage intelectual, como los problemas afectivos y los estados depresivos pueden determinar la aparición de este problema.

Alopecia difusa:
Se cae en forma pareja por todo el cuero cabelludo. Puede sobrevenir por factores hormonales, emocionales, intoxicaciones con medicamentos o enfermedades infecciosas.

Alopecia androgenética:
Alrededor de la menopausia, la mujer puede perder el pelo por aumento de las hormonas masculinas (andrógenos). Este tipo de alopecia suele ser hereditaria.

HÁBITOS ANTICAÍDA

Lavado:
Si está atravesando por un período de pérdida de pelo, seleccione con cuidado el shampoo que utilizará. Asesórese y elija uno que no resulte agresivo para los folículos capilares.

Enjuague:
Utilice siempre un acondicionador de pelo. Así evitará tironeos excesivos y la consecuente pérdida de cabellos.

Secado:
El uso diario del secador puede agravar la alopecia. Lo mejor es utilizarlo sólo en ocasiones especiales. Aproveche los días calurosos del verano para dejarlo secar naturalmente. Sea cuidadosa también cuando escurre su pelo con la toalla. Hágalo con movimientos suaves y sin tirones.

Peinado:
Después del lavado, el pelo se cae con más facilidad porque se humedece el folículo piloso. Séquelo un poco antes de desenredarlo. Evite el uso de cepillos, que ejercen tracción sobre la base del cabello. Prefiera los peines de dientes anchos, separados y en lo posible de madera.

Técnicas de peluquería:
Las tinturas, el planchado y el brushing no producen caída siempre y cuando no se abuse de ellos.  Si se practican con excesiva frecuencia, debilitan el pelo y pueden convertirse en causa directa de alopecia. En casos de pérdida de cabello lo mejor es no aplicar estas técnicas más de una vez al mes.

Ruleros y bigudíes:
Conviene evitar todo lo que implique una presión extra sobre el folículo piloso. Por eso se desaconseja el uso de ruleros, bigudíes y demás elementos para marcar el pelo.

Gestos:
Ciertos gestos de nerviosismo como tirar o enrularse mechones sobre un dedo aumenta la cantidad de hebras perdidas. Trate de evitarlos.

Dieta:
Ingiera suficiente cantidad de alimentos ricos en proteínas: pescado, brotes de soja, clara de huevo, gelatina. Como la alopecia en muchos casos es causada por anemia es importante también consumir alimentos con alto contenido de hierro, como carnes, hígados, lentejas y espinaca.

CONSEJOS CAMUFLAJE
Coloración:
Elija un tono de tintura parecido a su tono de piel. Los colores muy oscuros hacen que se note la calvicie del cuero cabelludo. Si no desea teñirse toda la cabeza, puede apelar a los reflejos.

Permanente:
Otro recurso muy utilizado por los peluqueros para disimular la escasez de pelo es la permanente, las ondas producidas por esta técnica hace que los cabellos se entrechoquen unos con otros y se levanten. Como resultado, el cuero cabelludo clavo queda escondido y el pelo se muestra con más cuerpo y volumen.

Baños de crema:
Evite los baños de crema muy grasosos: tienden a aplastar y alisar el pelo, con la cual la calvicie se nota más aún. Si usa enjuagues acondicionadores, elija los menos aceitosos y cuide no colocarlos directamente sobre el cuero cabelludo para no tapar los poros pilosos.

Extensiones:
Un tratamiento cosmetológico que consiste en adherir cabello natural o sintético al pelo existente para aumentar su volumen. El único inconveniente es que las extensiones se notan cuando el cabello crece. Por eso debe realizarse un mantenimiento cada mes o mes y medio.

Peinado:
Si tiene algún “remolino”, busque un corte que respete su dirección. Es aconsejable evitar el uso de raya al medio, ya que pone en evidencia los “huecos” entre pelo y pelo.


TRATAMIENTOS MÉDICOS
En todos los casos de alopecia resulta imprescindible hacer un diagnóstico preciso sobre el origen del problema. Para ello, el profesional realiza un interrogatorio exhaustivo e  indica los análisis de sangre pertinentes. Éstos son fundamentales para detectar anemias, hipoproteinemias (baja cantidad de proteínas en sangre) y problemas en las glándulas suprarrenales, tiroides e hipófisis en los ovarios. Una vez que el médico está seguro de cuál de las causas de la alopecia, podrá recetar alguno de los siguientes tratamientos.

Drogas hormonales:
Para el tipo de alopecia androgénica (por exceso de hormonas masculinas, la más común después de la menopausia) se indican estrógeno y anti andrógenos. Estas hormonas tienden a regular el desequilibrio hormonal y su ingestión debe ser rigurosamente controlada por el médico. Éste puede indicarlas en forma de comprimidos o lociones para el cuero cabelludo.

Lociones rubefacientes:
Se aplican con un suave masaje y tienen como objetivo activar la circulación del cuero cabelludo, para estimular el crecimiento del cabello. Su uso también debe ser controlado por el profesional.

Minoxidil:
Este medicamento es un hipertensor que se aplica a los pacientes con problemas de presión arterial en forma de cápsulas. Se comprobó que después de un tiempo de ingerida la droga, los pacientes presentaban un mismo síntoma: les crecía el pelo en todo el cuerpo. A partir de esa constatación empezó a experimentarse el uso  de lociones con concentraciones muy bajas de minoxidil en personas con alopecia. Los resultados fueron muy alentadores: en un gran porcentaje de los casos la caída de pelo detenía, y en otros  el pelo demasiado fino aumentaba su grosor. Hoy en día es uno de los principales tratamientos para la alopecia. Pero hay que armarse de paciencia, ya  que la droga comienza a actuar a partir del quinto o sexto mes de empezar a usarla.

Cirugía:
Por lo general, se llega a este recurso cuando la alopecia es abundantemente irreversible. Si bien las cirugías de trasplante de pelo aún tienen un alto costo, las técnicas han mejorado mucho y los resultados son más satisfactorios que antes.
La operación más utilizada consiste en extraer folículos pilosos de los costados o parte posterior de la cabeza (el cabello de esas zonas no es sensible a los andrógenos y por esa razón no se vuelve a caer) y trasplantarlos a las zonas donde la calvicie es más visible.

NO  SE  AUTOMEDIQUE
En el mercado hay lociones y tratamientos para el pelo de venta libre.
Los mismos productos en los estados Unidos y Europa se venden sólo con receta, ya que están contraindicados para algunas enfermedades. Por eso, siempre conviene consultar con un médico antes de realizar un tratamiento.
Una mujer embarazada, una que está amamantando, las que tienen problemas cardíacos y las que padecieron cáncer o corren riesgo de contraerlo, no pueden usar cualquier medicamento para la alopecia.



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