DEPRESIÓN Y TRATAMIENTO

Si no sabe que lo que le está pasando es depresión, puede llegar a reconocerla si conoce las características de esta enfermedad.

Depresión biológica o endógena: No se genera por alguna circunstancia triste, sino que surge sin ningún motivo. Sus causas son orgánicas y se cree que hay un factor genético. En los casos más agudos, la persona apenas puede funcionar y ni siquiera puede disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Ni siquiera busca el goce.

Depresión reactiva o exógena: Se desencadena por algún motivo concreto, como la pérdida de un ser querido, conflictos matrimoniales o problemas económicos entre algunos. Los síntomas más comunes son desgano, tristeza y llanto.

Depresión maníaca: Este tipo de depresión se caracteriza por los cambios exagerados que produce en la persona. Fluctúa entre la euforia y la tristeza. Es también conocido este trastorno como desorden bipolar. En la fase maníaca, el estado de ánimo es eufórico e irritable. Muestra falta de sueño, aumento de la actividad, pensamientos rápidos y elevación de la autoestima. En casos avanzados pueden tener alucinaciones.

Distimia: Es una forma de depresión leve que, a diferencia del “bajón” que todos podemos tener de vez en cuando, requiere tratamiento. Los síntomas que la identifican son la ansiedad, irritabilidad y baja autoestima. Son propensos a tener problemas de pareja, conflictos laborales y convertirse en fracasados sociales hasta suicidas.

Desorden afectivo estacional: La mayoría se siente mejor en el verano que en el invierno. Sin embargo quienes sufren este trastorno experimentan un estado de apatía aguda con pérdida de interés sexual, irritabilidad y tristeza profunda en días grises del otoño o invierno. Si bien en general se tratan de depresiones pasajeras y leves, en algunos casos puede ser muy severa y peligrosa.

Como evitar o vencer la depresión:

Reconocerla: El primer paso para recuperarse es aceptar que hay síntomas depresivos. A partir de allí, buscar ayuda profesional. Su diagnostico es fundamental.

No aislarse: La soledad no es buena para un deprimido. Debe contar lo que le sucede a un ser querido o a la familia y  no sentir vergüenza.

Conectarse con lo que le guste: Desarrollar la actividad que siempre le gusto. Algún hobbie o lugar adecuado para diversión.

Escribir: Volcar los sentimientos negativos sobre el papel. Esto ayuda a reconocer patrones erróneos del pensamiento. Después escribir en otra hoja la contrapartida de lo anterior. Por ejemplo: “No sirvo para nada, todo me sale mal”, conteste: “Cuando pongo energía y tengo confianza en mí misma, las cosas me salen bien”,

Hacer ejercicios: La gimnasia y los deportes aeróbicos (natación, ciclismo, tenis, etc) son un excelente antídoto para la depresión, incluso en sus formas más agudas. El  ejercicio produce cambios químicos y psíquicos que mejoran el bienestar interior. Si no está en condiciones de realizar gimnasia aeróbica, considere la caminata rápida, es tan beneficiosa como correr y no exige tanto esfuerzo. Camine unas 15 cuadras por día, acelerando el paso en forma gradual hasta recorrer esa distancia en 15 min.

Comer bien: No  saltear las comidas y elija platos sencillos y sanos. Ingiera alimentos del complejo vitamínico B, como los cereales integrales, el pescado, las verduras y los huevos.

 Actuar como si fuera feliz: Un método recomendado por especialistas, que para sentirse mejor es actuar durante una hora como si usted se sintiera bien y fuera feliz. Y  volver a intentarlo durante otra hora. Al final del día se  sentirá más aliviada.

Evitar las vidrieras: Muchas personas que se sienten deprimidas piensan que el salir de compras las “levantará”. Sin embargo, lo que suele ocurrir es exactamente lo contrario: después de la compra surge un sentimiento de culpa porque compraron mal o porque gastaron demasiado.

Reírse todo lo que pueda: El humor es el mejor aliado contra la depresión. Júntese con personas con la que siempre se ríe, mire programas cómicos, lea revistas de humor etc.

Ponerse objetivos: las personas con proyectos de vida tiende a deprimirse menos que lo que no saben para qué hacen las cosas. ¿Se siente mal porque está sola/o? Propóngase hacerse de amigos y piense en cómo ejecutará su plan. ¿Se deprimió mucho con la mudanza de su hijo? Propóngase tener un día para ir a visitarle y llevar comida todas las semanas. Elabore proyectos más o menos trascendentes y ordénelos por importancia. ¡Cúmplelos!

Mantenerse ocupado: No hay mejor antídoto para la depresión que un trabajo satisfactorio. Si no tiene posibilidad de trabajar, busque alguna actividad que le haga sentirse útil, como colaborar en hogares de ancianos, niños, ser voluntario de un hospital, dar clases de algo que usted sepa hacer bien, etc.

La cuestión es no quedarse en casa rumiando los problemas que le preocupan, sino integrarse en la comunidad.

Precaución con los medicamentos: Si usted está tomando fármacos por algún tratamiento prolongado, consulte a su médico sobre la posibilidad de que le causen depresión. Hay muchas drogas que pueden ocasionar este efecto secundario.

Cómo tratar la depresión

No siempre es fácil superar una depresión. Por lo general, depende de la voluntad que la persona ponga y de la  capacidad del profesional que la trate. En lo posible debe estar especializado en esta enfermedad y conocer las últimas drogas para tratarla.

Es una primera etapa se realizan estudios biológicos y psicológicos para evaluar el origen y las características de la enfermedad. Después se decide si el enfermo sufre deficiencias orgánicas y se le indican drogas para compensarlas. Paralelamente se realiza una psicoterapia para que el paciente aprenda a convivir con su enfermedad, reconocer sus momentos críticos, superarlos y gozar de una existencia en plenitud.

Síntomas típicos de la depresión

*Sentimientos de tristeza y falta de esperanza.

* Insomnio, despertar temprano, dificultad para levantarse a la mañana.

* Ideas de muerte y de suicidio.

* Inquietud, irritabilidad.

* Baja autoestima, sentimientos de culpabilidad.

* Desorden alimenticio y  falta de apetito y pérdida de peso.

* Cansancio crónico, debilidad.

* Disminución de la capacidad de pensar o concentrarse.

* Pérdida de interés e incapacidad para sentir placer en actividades que alguna vez se disfrutaron, como las 

relaciones sexuales.

* Dolores crónicos que no responden a los tratamientos clásicos.

* Dificultad para relacionarse.

Recetas naturales para combatir la Depresión:

Té de Salvia: A razón de 30 grs de hojas por litro de agua. dejar infundir durante 20 minutos. Dosis recomendada: Tres tazas al día. Este te es recomendado para estados depresivos. Si hay además estados de angustia, probar las siguientes infusiones.

Té de Vervena: A razón de 60 grs de planta por litro de agua. Dejar infundir 20 minutos. Dosis recomendada: tres tazas por día.  

Té de Tilo: A razón de 40 grs de flores por litro de agua. dejar infundir unos 20 minutos. Dosis recomendada: Tres tazas diarias.

Té de Eucaliptus: A razón de 25 grs de hojas por litro de agua. Infundir en agua caliente y llevar al fuego, dejar que hierva por 10 minutos reponiendo el agua perdida por evaporación. Dosis recomendada: tres tazas diarias.

Té de flores de naranjo: A razón de 15 grs d flores por litro de agua caliente. Dejar infundir durante 20 minutos. Dosis recomendada: 2 tazas por día. 

Té de Artemisa: A razón de 15 grs de hojas por litro de agua caliente. Dejar infundir durante 10 minutos. Dosis recomendada: dos taza diarias. Abstenerse mujeres embarazadas.

Con respecto a la dieta:

Se recomienda reducir la carne roja, consumir en abundancia frutas frescas y platos preparados en base a verduras crudas o cocidas. Beber algunos de los te o tisanas expuestos anteriormente con cierta frecuencia. Se puede preparar un licuado para beber en la mañana con el jugo de un limón, media naranja, media manzana, dos zanahorias y un poco de agua. pasar por la licuadora, colar y beber el líquido.