sábado, 9 de julio de 2011

RECUPERACIÓN CAPILAR



Según sea el problema que más le esté afectando, usted deberá seguir determinados consejos y tratamientos para obtener una recuperación capilar.


PELO SECO
Lavado: El pelo seco debe lavarse con movimientos lentos y suaves. Si puede, conviene usar shampoo de textura cremosa y PH neutro (los encontrara en farmacia o en supermercados), que liberan al pelo de la suciedad y los residuos sin robarle su acidez normal. En caso de no contar con un shampoo de este tipo, puede utilizar uno común y diluirlo con un poco de agua, con el fin de disminuir el contenido de detergente.
Si la sequedad es extrema, lo mejor es no lavarlo muy seguido. La frecuencia ideal es una vez cada tres días si es muy corto, una vez a la semana en caso de que le llegue a los hombros, o con menor frecuencia aún si es muy largo.
A veces el problema es que si tienen las puntas secas pero el cuero cabelludo graso: si se lava con un shampoo para pelo seco, engrasa más el cuero cabelludo, y si lo lava con uno para cabello graso, seca las puntas. ¿Qué hacer entonces? Muchos peluqueros utilizan un ingenioso truco: antes del lavado, cuando el pelo está todavía seco, aplican un poco de crema acondicionadora sobre las puntas. De esta manera permiten que el shampoo para pelo normal o graso actúe bien sobre las zonas con esas características pero se deslice sobre las partes más secas.

Enjuague: Utilice siempre un enjuague acondicionador adecuado: es fundamental para hidratar y revitalizar el pelo seco.

Máscara y crema: Al igual que la piel deshidratada, el pelo seco necesita humedad extra. Para brindársela hágase un baño de crema profundo con productos a base de proteínas, colágeno o vitamina E. Realice este tratamiento uno o dos veces por semana durante tres meses o hasta que el pelo empiece a mejorar. Luego puede mantener el efecto haciendo un baño al mes.

Si le gustan las máscaras naturales, pruebe aplicar de vez en cuando la siguiente: pise una palta (verdura muy rica en aceite y grasas) con un tenedor y mézclela con un huevo. Agregue dos cucharadas de aceite para bebé y aplique la pasta lograda en forma da máscara sobre el pelo seco. Deje actuar 20 minutos, enjuague el pelo con agua tibia y lávelo con shampoo. Por último, desenrede, como siempre, con acondicionador.
En época de higos pruebe colocar sobre el cabello un puré  hacho con esta fruta.
Deje actuar uno hora y luego lávese con un shampoo suave.

Crema de siliconas: En las perfumerías grandes se consiguen cremas especiales para puntas secas. Utilícelas para devolverles el brillo y suavidad que tanto necesitan.

PELO GRASO
Lavado: No dude en lavar su cabello con frecuencia que desee: la suavidad de las fórmulas con que se elaboran los shampoo actuales lo permiten.
Elija productos para “uso frecuente” y dilúyalos en un poco de agua. Cada dos lavados hágase uno con un shampoo antigraso (elija aquellos con ingredientes cítricos o ácido mástico: ambos componentes poseen propiedades desengrasantes).
No es conveniente usar siempre productos antigrasos, ya que la repetida agresividad de éstos puede ocasionar alteraciones en el cuero cabelludo. Tampoco frote el pelo con insistencia, sólo masajéelo con suavidad.

Enjuague: Por lo general, los cabellos con exceso de grasitud en la raíces presentan puntas ásperas y sin vida. Conviene entonces colocar el acondicionador en los extremos pero no en el nacimiento del cabello. Elija productos con pocos elementos grasos: los más indicados son los elaborados en base a hierbas o frutas.

Máscaras: La fruta que más se recomienda para combatir la grasitud del pelo es la papaya. Consiga una bien madura y tritúrela hasta formar una pasta. Masajee con ella el cuero cabelludo y las puntas. Luego déjela actuar durante 5 minutos y enjugue con agua tibia. Por último, lávese con su shampoo habitual.

Peinado: Si usted tiene cabello fino y con tendencia a engrasarse, evite peinarse con raya al medio, dado que este tipo de peinado muestra más que ninguno otro la grasitud en las raíces. Prefiera los peines de dientes separados, ya que los comunes esparcen la oleosidad por todo el cabello.


PELO FINO Y QUEBRADIZO
Lavado: El movimiento debe ser suave y siempre desde las raíces hacia las puntas. Lo peor que puede hacer es amontonar el pelo sobre la cabeza y después fregarlo como si fuera un trapo.

Enjuague: Utilice siempre una crema desenredante para suavizar el pelo y prolongarlo de los agresivos tirones del peine.

Cepillado: No cepille su pelo mientras está mojado: es el momento en que es más vulnerable de ser quebrado. Después del lavado, coloque la crema acondicionadora y desenrede con un peine de dientes espaciados, comenzando por las puntas para acercarse con cuidado a las raíces. Una vez seco, conviene cepillar y no peinar este tipo de pelo. El cepillo elegido debe ser de cerdas naturales, que resultan más suaves que los de nailon o metal. Por otro lado, tampoco  conviene excederse con el cepillo: hágalo sólo en la medida en que sea necesario.

Modelado: Para lograr un efecto de movimiento, después del lavado aplique un poco de mousse en todo el largo de sus cabellos. Luego lleve la cabeza hacia abajo y “péinese” con los dedos mientras pasa el secador. Si desea darle movimiento a la parte superior, coloque un poco de spray  

Corte. A fin de eliminar las puntas florecidas y devolverle al pelo el cuerpo perdido, se recomienda cortarse al menos un centímetro todo los meses. Recuerde que los cortes desmechados o “plumados” en la zona alta de la cabeza son ideales para dar volumen.

Exposición al sol: No deje de usar un protector solar para cabello con filtro anti UV (radiación ultravioleta)

PELO CON CASPA
Caspa seca: Este tipo de caspa se presenta con más frecuencia después de los 40 años. Es un tipo de escamosidad que se puede agravar  con  el sol, el viento o el uso excesivo del secador. Para combatirla conviene lavarse el pelo con menor frecuencia que de costumbre y frotarlo con acondicionador  antes de mojarlo, para que el shampoo no lo seque más aún.

Caspa seborreica: Este tipo de caspa se presenta también en mujeres de menos de 40 y los síntomas típicos son picazón enrojecimiento y escamosidad. Para combatirla conviene lavarse el pelo más a menudo, a fin de que las células de la piel seca no se acumulen y originen más escamas aún.

Tratamiento: El producto más utilizado en la actualidad para combatir cualquier tipo de caspa y mejorar la recuperación capilar es el octopirox, un agente anti caspa de última generación que ha demostrado excelente resultados. Consulte en farmacias o perfumerías grandes sobre productos que lo contengan. (Por ejemplo el shampoo “Capilatis”)

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