Grasas en la alimentación

En la alimentación lo más nocivo para nuestro metabolismo no es el excesivo consumo de calorías sino de grasas o lípidos. Hoy en día todos coinciden en que este elevado consumo es el responsable de

las enfermedades cardiovasculares, de hipertensión, diabetes, etc. Por otra parte el sobrepeso generado por el exceso de grasas afecta notablemente a nuestras articulaciones.

Las grasas engordan ya que son el nutriente que más calorías posee. Casi el doble de las proteinas y los carbohidratos. Aparte cuesta más metabolizarlas. Si por ejemplo se ingiere un plato de pastas, el cuerpo tarda poco en metabolizarlo, pero si se ingieren papas fritas se tardara más. Debemos sin embargo aclarar que no todas las grasas son iguales. Existen básicamente dos tipos distintos en la alimentación. Por un lado las grasas saturadas y por el otro las insaturadas. Las primeras no son nada aconsejables para nuestra salud ya que son las que terminaran formando el llamado colesterol malo o LDL y triglicéridos. Las insaturadas producen colesterol bueno, también llamado HDL. Este tipo de colesterol es el que evita la formación de las placas aterogénicas. 

Después de lo expuesto debemos concluir que las grasas tienen una importancia en nuestra salud. Tienen varias funciones como las de reserva energética, son materia prima para la formación de otras sustancias como prostaglandinas y hormonas esteroideas, etc. Pero obviamente su exceso se transforma en depósito graso y es aquí es donde debemos mantener el equilibrio y sobretodo la calidad de consumo. Es decir, preferir las grasas insaturadas a las saturadas. Encontramos grasas insaturadas en alimentos como el pescado y aceites vegetales. Las saturadas se hallan por ejemplo en las carnes rojas o alimentos de origen animal.