“Uno aprende a amar, no cuando encuentre a la persona perfecta, sino cuando aprenda a creer en la perfección de una persona imperfecta.”
Cómo mantener vivo el amor
Si usted lleva varias décadas junto a "su pareja ", sabe bien que el fuego del amor se apaga si no sabemos atizarlo.
*Sorpresas:
Para mantener la motivación viva es necesario que en la pareja sea creativo. Sorpréndase mutuamente con cartas, regalos, programas o cualquier tipo de gratificación mutua.
*Reconexión:
Durante el día cada uno está en sus cosas y vive en un mundo que lo separa del otro. Si al juntarse en casa no hay un espacio para el reencuentro, esa distancia se hace cada vez más infranqueable. Por eso, trate de dedicar 15 0 20 minutos a conversar mirándose a los ojos. Pueden hacerlo después de cenar, mientras toman un café o en la cama. No importa el lugar sino que los dos se sientan relajados y con deseos de comunicarse.
*Compartir intereses:
El tener alguna actividad o hobby en común es una excelente manera de asegurar la continuidad del amor. Busquen algo que les guste hacer a los dos y dense tiempo para realizarlo.
*Reírse juntos:
La risa es un canal para evacuar tensiones que hace mucho bien a la pareja. El jugar, pellizcarse y bromear como chiquilines, lejos de ser un síntoma de inmadurez, es uno de los mejores aderezos para el amor.
*Reconocer los propios errores:
En lugar de obsesionarse por algo que no le gusta en su pareja, ponga el foco en sus propias actitudes. Intentar obligar al otro a ser distinto, no sólo es inútil sino que puede incrementar la distancia. Por si uno cambia el propio comportamiento, es probable que el otro modifique el suyo.
*Aprenda a callarse:
Intentar convencer al otro de algo en medio del ardor de una discusión, puede resultar contraproducente. Si nota que su pareja se encuentra muy nervioso y que la pelea se está tornando hiriente, muérdase los labios y suspenda el tema hasta otro momento. Aunque le cueste, ese minuto de silencio le salvará de varias horas, o quizá días, de disgusto.
*No suponer:
Si le parece que a él le sucede algo, pregúnteselo. Pero no lo haga en tono inquisitorio sino invitándole a expresarse.
*Resolver pronto las peleas:
El enojo y las heridas a largo plazo se convierten en resentimiento y éste siempre aflora más tarde y contamina la relación. Lo mejor es acostumbrarse a que no pasen más de 24 horas sin llegar a un acuerdo. La clave es saber encontrar el momento adecuado para retomar el tema.
LAS CUATRO CRISIS DE LA PAREJA
*La crisis del primer año.
En las parejas que han tenido relaciones prematrimoniales la crisis sobreviene porque parte del encanto de las relaciones se basaba en el peligro de lo prohibido. Al oficializarse el vínculo esta emoción se pierde y llega la crisis. En las parejas que no tuvieron relaciones previas, la crisis del primer año suele darse por falta de experiencia de uno de los dos.
*La crisis del séptimo año.
Cuando se encuentra una pareja, transfiere a esa persona una serie de sentimientos positivos y negativos que crecieron en relación con sus seres queridos desde la infancia. Al cabo de unos años, inevitablemente llega la desilusión porque esa persona no es nuestro padre ni nuestra madre. Esta frustración permite ver al otro como alguien de carne y hueso. Cuando se supera este trance, la conclusión suele ser: “Apuesto por él, porque hay cosas que me gustan más allá de mi desilusión”.
*La crisis de los veinte años:
Sobreviene cuando los chicos se van de la casa. La pareja se vuelve a mirar a los ojos después de años de estar dedicados en un 99% a los hijos. Es y hora de la verdad y los dos se preguntan qué quieren hacer con sus vidas.
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