GOLPES AL ALMA
Muchas veces de los casos, el abuso emocional radica en el centro de la familia, la cual en la infancia como en la adolescencia radica los traumas, la inseguridad y sobre todo, el bajo autoestima del individuo.
DIFERENTES CLASES DE ABUSO EMOCIONAL O VIOLENCIA PSICOLOGICA
BULLING:
Es la violencia de los pares, que se produce en ambientes escolares y laborales, y que tiene como centro la burla y el desprecio, en general de una o varias personas que son distintas del resto. En muchos casos, se llega a la violencia física.
MOBBING:
Es la violencia ejercida en el contexto de ambientes laborales, cuando un empleador abusa psicológicamente de uno o varios subordinados. En este caso, la figura se produce porque una persona tiene el poder y lo ejerce de manera arbitraria, maltratando emocionalmente a las personas a quienes les paga un sueldo.
ESPIRITUAL:
Se da especialmente en contextos religiosos, donde personas con cierto poder - religiosos, padres, docentes- maltratan psicológicamente a otras personas, utilizando para ello conceptos religiosos de descalificación, desvalorización o descrédito.
FAMILIAR:
Es la violencia psicológica ejercida en contextos domésticos, donde existen lazos consanguíneos o de cercanía de amistad, y donde se producen agresiones verbales que van configurando un cuadro de deprecio permanente a otra persona.
EL DRAMA DE LA VIOLENCIA PSICOLÓGICA
Es más fácil constatar una lesión física que una agresión psicológica.
Lo primero se puede evidenciar de una manera perceptible; sin embargo, lo segundo suele ser más complejo. Es muy difícil lograr que la persona hable del tema, aun así hay indicios en su comportamiento emocional sobre todo como se ven ellos mismo y el bajo autoestima que se tienen.
VIOLENCIA PSICOLÓGICA DOMÉSTICA
El mayor problema de la violencia familiar es que se da en contextos donde las personas son más vulnerables y, por lo tanto, el daño es mayor.
Se denomina violencia psicológica doméstica cuando la agresión verbal, emocional o psicológica se ejerce en un contexto familiar, donde existen lazos consanguíneos o de amistad y alguien con cierto poder, subjetivo o real, manipula, abusa o maltrata emocionalmente a otra persona.
Lo conflictivo del asunto es que la persona que son abusadas emocionalmente, en general, no denuncian el hecho o no saben qué hacer frente a dicha situación.
No lo denuncian porque se encuentran con el conflicto de que hablan del asunto es poner en evidencia a alguien que es cercano afectivamente. O no lo hacen porque, en muchos casos, no saben que lo que están viviendo es un delito que no corresponde y que, a la larga, va a provocar efectos duraderos en la psiquis del individuo.
EJEMPLOS DE ABUSOS PSICOLÓGICOS:
El abuso se da precisamente cuando alguien tiene una posición de poder sobre otro ser humano. Este puede ser real o imaginario, pero existe.
El abuso psicológico no es un problema de sexo, edades o grupos sociales. Se da entre hombres y mujeres, niños y adultos, pobres y ricos. Es un estereotipo creer que las personas educadas no abusan emocionalmente, o que los niños no manipulan psicológicamente a algunos adultos vulnerables; como ancianos, por ejemplo.
A continuación se nombrará algunos ejemplos:
MANIPULACIÓN:
Cuando se convence a alguien de que no podrá ser amado por otra persona si no accede a actuar de un modo en particular, o que se revelará a otros un secreto (que puede o no ser terrible) si no se accede a actuar de un determinado modo.
INSULTOS:
Cuando se utilizan las palabras para rebajar, denigrar o maltratar la dignidad de otra persona. No necesariamente tiene que ser malas palabras; también se puede insultar de manera sutil, con palabras que en una relación puedan constituir un código personal.
DESVALORIZACIÓN:
Muy ligada al insulto, es una forma de desmerecimiento de otro individuo, convenciéndolo de que no es capaz de hacer algo o no creer en sus posibilidades. Es una forma de humillación constante.
SILENCIO:
Una forma muy sutil de agresión psicológica. No hay agresión física ni verbal. Pero ignora a la otra persona. No le habla ni le dirige la palabra de ningún modo. En algunos casos, especialmente entre parejas con hijos, se utiliza a los niños como mensajeros.
DESCRÉDITO:
Poner a otra persona mal ante sus amigos o sus familiares que no viven en casa. Hacer sentir que él o ella no tienen valor o inventar situaciones ficticias para crear una mala imagen de dicha persona.
BURLAS:
Una forma muy común de agresión solapada. Se dicen chistes o expresiones que afectan al otro. Generalmente, las bromas tienen como fin reírse de algo que evidentemente hace que el afectado se sienta mal.
ACOSO:
Una forma de agresión psicológica asociada a conductas obsesivas. Hace que su víctima, en el entorno familiar, tenga que estar pendiente de él o ella, y utiliza esta situación para manipular, abusar o denigrar al otro.
CONSECUENCIAS DOLOROSAS
El problema de la agresión psicológica consiste en los efectos a largo plazo. Cuando es persistente, puede terminar destruyendo el equilibrio emocional, mental y psicológico de una persona, al grado de tener que recibir incluso tratamientos psiquiátricos.
Es como una gota que cae sobre una roca. Una no hace mella en el granito. Pero, si es persistente, y cae en el mismo lugar, tarde o temprano destruirá la superficie más dura.
Lo mismo sucede en la estructura psicológica de las personas. Un insulto dicho al pasar y en una situación única puede tener el efecto de causar dolor, por un momento, y las personas pueden solucionar la situación pidiéndose perdón y reconciliándose.
El problema se da cuando la agresión es reiterativa en el tiempo. Va socavando de manera constante la estabilidad emocional de las personas.
¿QUE HACER ANTE ESTA SITUACIÓN?
La violencia psicológica doméstica no es un problema fácil de solucionar. Siempre han existids incidentes de agresiones verbales o emocionales en el interior de muchos hogares y relaciones familiares. El asunto es que hoy hay mucha más conciencia de que se está frente a una situación que no debe ser tolerada bajo ningíun punto de vista.
Agredir a una persona, de cualquier forma, física, psicológica o sexualmente, es un delito. Cada vez hay más individuos que toman conciencia de esta realidad.
El primer paso para enfrentar este problema social es empezar a hablar de él, para concientizar a la mayor cantidad posible de personas. Hay que enfatizar que no es lo mismo dialogar que insultar, hablar que manipular, etc.
Hay una frontera sutil entre ser franco y ser asertivo. Muchos confunden franqueza con torpeza, y no es lo mismo.
Una persona asertiva dice lo que siente y piensa, pero nunca utilizando ningún tipo de humillación o agresión.
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