miércoles, 6 de junio de 2012

Como combatir el dolor de espalda


Generalmente se origina por una contractura muscular, malas posturas, traumatismos o esfuerzos.
Pueden aparecer en cualquier lugar de la columna, desde el cuello hasta la región lumbar, o localizarse en una pequeña zona, y extenderse a un área más amplia.
El dolor producido por las alteraciones en la columna vertebral es una afección muy frecuente en  la población general. Según señalan las estadísticas, 8 de cada 10 personas pueden padecer dolor de espalda en algún momento de sus vidas, hecho que generalmente ocurre entre los 30 y 50 años.
Lo describen como una sensación lenta y continua o aguda y punzante, que causa rigidez y dificultad  al estar quieto o al moverse, incluso dolor u hormigueo en las nalgas y en las piernas, hasta las rodillas.
Asimismo, la espalda es una zona del cuerpo sometida a un estrés repetido, que inicialmente puede no producir dolor. Sin embargo, la acumulación de estos episodios y los eventuales  cambios degenerativos provocan que esta molestia se torne crónica, independientemente de la ocupación de la persona.

¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Las causas de los dolores de espalda son varias y diferente origen. Por ejemplo, aquel que se presenta en la parte baja (dolor en la zona lumbar) es el más frecuente y en general es producto de  distensiones y presiones causadas por movimientos fuertes (levantar un objeto en forma incorrecta o realizar un movimiento o giro rápido).
También puede ser resultado de una distensión o presión muscular.
Por ende, el dolor de espalda presenta múltiples causas, que incluyen: degeneración de las vértebras, infección, tumor, sobrecarga y traumatismos.
La causa exacta puede ser difícil de identificar, dado que puede originarse en los tejidos blandos, el hueso, el disco intervertebral o en los nervios que inervan estas estructuras.
Los factores de riesgo para el dolor lumbar incluyen trabajos que requieren movimientos repetitivos, exposición a la vibración ocasionada por vehículos o maquinaria industrial, incluso el consumo de cigarrillos o mal dormir. Ciertos deportes, como la carrera, el esquí o la conducción de vehículos durante períodos prolongados pueden asociarse también al dolor lumbar.
Además, enfermedades como artrosis de columna, espondilitis, osteoporosis, ansiedad, estrés o diversos estados emocionales se vinculan a este tipo de dolor. El envejecimiento natural, el sobrepeso y un mal estado físico, son también otros factores predisponentes.

Como combatir el dolor de espalda.
Algunas posturas adecuadas para prevenir los molestos dolores de espaldas son:
* Al buscar un objeto a una altura superior a la de los hombros, conviene pararse sobre una base.
*
No levantar objetos pesados.
* Para levantar un objeto del suelo, usar ambas manos, flexionar las rodillas, y efectuar el esfuerzo sin doblar la espalda.
*
Si el trabajo demanda permanecer durante varias horas delante de una computadora o escritorio, se aconseja tener una postura correcta, con la espalda recta y que la altura de la silla sea la adecuada a la altura de la mesa y la talla del usuario.
* Al escribir frente a la computadora, intentar relajar los hombros.
* No permanecer más de 40 min. Sentado. Conviene pararse y caminar unos pasos.
* No usar almohadas demasiado altas. Lo ideal es que al momento de dormir la columna cervical no esté ni demasiado alta ni caída.
* Si debe realizar un trabajo a ras del suelo, evitar ponerse en cuclillas doblando la espalda; la postura correcta consiste en arrodillarse y flexionar sólo ligeramente la columna vertebral.
* En caso de dormir boca arriba, recordar que la presión que produce sobre la espalda es de 24Kg, por lo cual se debe colocar un almohadón debajo de las rodillas. En cambio, si duerme de costado, colocar un almohadón entre las piernas para evitar que las caderas tengan un movimiento rotatorio y la presión en la espalda.
* Evitar el cigarrillo y el alcohol.
* En el caso de las mujeres, evitar el uso de tacos altos.

 PRIMERO AUXILIOS

Cuando el dolor de espalda invada repentinamente, pueden ponerse en práctica los sanos
* En un recipiente de vidrio, colocar dos ramas de romero fresco y un litro de alcohol. Dejar macerar durante una semana y pasado ese tiempo, emplear a modo de masajes, para calmar la zona dolorida.
* Friccionar el área del dolor con aceite esencial de espliego, mejorana o hisopo.
* Hervir un litro de agua y colocar 50grs. De artemisa. Retirar del fuego, dejar entibiar y aplicar sobre el área afectada mediante compresas tibias.
* Colocar una compresa helada o paquete de gel en la zona afectada, y masajear el punto o zona de dolor durante unos minutos. El objetivo es reducir la inflamación y la distensión en los músculos dorsales.
* Llenar la bañera con agua caliente y verter 2 vasos de vinagre de manzana. Permanecer durante 15 min. Para lograr una relajación de la espalda.
* En un recipiente, colocar 20 gotas de aceite de enebro, 20 de aceite esencial de ciprés, 20 de aceite de pomelo y 50 ml de aceite de almendras. Calentar la preparación y luego embeber con ella una toalla. Aplicar sobre la zona dolorida.
TEMA RELACIONADO:

Entrada destacada

Geles Reductores Caseros.

En este post hablaremos brevemente sobre los geles reductores caseros, a diferencia de otros que se consiguen en el comercio. No es que se...