La relación alimentos - estrés tiene su explicación si se tiene en cuenta que el estrés debilita las defensas. La dieta a seguir, en este caso concreto, debe estar enfocada a reforzar el sistema defensivo, además de nutrir.
Las vitaminas anti estrés por excelencia son:
B1 o tiamina: da energía a las personas nerviosas y tranquiliza a las ansiosas. Se encuentra en el arroz integral, lentejas, papas, ciruelas y nueces.
B5 o ácido pantoténico: tiene un considerable afecto sobre la tensión nerviosa. Se encuentra en la yema del huevo, leche, tomate, col y vísceras (hígado y riñón).
B6 o pridoxina: ayuda en las funciones cerebrales. Se encuentra en el hígado y las nueces.
Vitamina C: la más indicada para levantar el ánimo. Abunda en los cítricos, kiwis, ajíes y tomates.
Vitamina E: ayuda al cerebro a tomar el oxígeno que necesita. Se encuentra en los aceites (oliva, girasol y soja), legumbres (habas), hortalizas (espinaca, lechuga, col y zanahoria) y en la leche fresca.
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