Problemas en la Pareja

LOS RECURSOS EN LA PAREJA

¿Es posible no pelearse con su pareja? ¿Cómo hacen las parejas que están casadas treinta, cuarenta o cincuenta años? ¿Serán realmente felices?

A menudo, cuando se escriben artículos sobre la pareja, o se da una charla o se aconseja, se lo hace desde el lado negativo. Es decir, los consejos, los terapeutas, tratan de ayudar a las parejas a resolver sus conflictos y llevarse un poco mejor, tratando de ver y entender dónde está radicado el problema.

La dificultad con enfocarse en la  resolución de los problemas de la pareja es que se deja de lado un enorme campo de trabajo que beneficia en gran manera a la pareja, y que es muy efectivo para su bienestar.

Hay  una creencia popular de pensar que los cónyuges que están felizmente casados no pelean.

¡Nada más lejos de la verdad! Es imposible no pelearse, porque no existe un solo ser humano exactamente igual al otro. Ningún cónyuge piensa exactamente igual que el otro en todos los aspectos de la vida; por lo tanto, tarde o temprano discutirán sobre algún tema que los afecte como pareja.

Cuando se dice pelear, se está hablando de gritar al otro, enojarse, no hablarle  al otro, guardarle rencor, discutir, no ponerse de acuerdo, etc. Hay parejas que sostienen que nunca se pelean, pero a menudo uno de los dos somete al otro y, por lo tanto, el sometido se termina anulando. En ese caso, no hay dos personas en la relación, sino una que siempre piensa y decide por los dos, lo cual es patológico. Se ha observado que las típicas peleas de una pareja giran alrededor de los hijos, los suegros, el dinero, el sexo, el trabajo (fuera de la casa) y las tareas hogareñas.

CONOCIMIENTO CONTINUO

El secreto de la felicidad y el bienestar de una pareja no radican en no pelear, sino  en qué sucede cuando no están peleando. ¿A qué se refiere con esto? Las parejas felices han sabido y aprendido a potenciar otros recursos de la relación que los lleva al bienestar, a pensar de las peleas.

Un recurso es un medio, una herramienta que sirve para conseguir lo que se pretende, o un elemento para resolver una necesidad.

Aquí podemos mencionar algunos de los recursos de las parejas que están felizmente casadas:

*LAS PAREJAS QUE ESTÁN FELIZMENTE CASADAS SE CONOCEN

Si bien esto parece una obviedad, un sinnúmero de parejas se comportan como si no lo supieran. Existen parejas que en un primer momento se conocieron, se casaron y luego dejaron de conocerse e interesase por toda la información relevante para la vida de su cónyuge.

No conocen ni el nombre de la mejor amiga de la esposa, o los gustos del marido, los sueños y las aspiraciones, o las preocupaciones del otro.

Las personas no son las mismas a los veinte años que  a lo largo de toda la vida, porque están vivas, son dinámicas, no permanecen iguales para siempre, y eso implica que uno puede pasarse toda una vida conociendo con mayor profundidad al otro.

El conocer al otro profundamente provee la fortaleza para enfrentar juntos las tormentas en un matrimonio porque, a pesar del conflicto, existe una conexión más profunda que los une.

En nuestra sociedad se privilegia el conocer al otro mediante un encuentro físico o sexual, pero ese conocimiento es temporal y superficial, porque lo que sostiene a una pareja es mucho más que la relación física.

*DEJARSE INFLUIR POR LA OPINIÓN DEL CÓNYUGE

La influencia es otro recurso que tienen las parejas que se llevan bien y están felizmente casadas. Lamentablemente, nos hemos ido de un extremo al otro con las culturas machista y feminista, y no logramos encontrar un equilibrio sano, en el hombre se deja influenciar por la mujer, y la mujer por el hombre.

Creen que tiene que ser o uno o el otro. Sin embargo, en la vida cotidiana práctica, las parejas que se dejan influenciar por el otro son las que mejor se llevan y las que más felices están.

Hay un caso de una pareja que desde el día que se casaron se la pasaron peleando, porque no permitían que el otro opinara siquiera acerca de la decoración de la iglesia, o de la comida de la recepción, etc. Cada uno pensaba que le tocaba una responsabilidad y que el otro no podía meterse o influir en la decisión final. Lamentablemente, no han terminado bien, u han perdido demasiado tiempo y energía en mantenerse rígidos en su postura, por no dejar que los gustos, las opiniones o las ideas del otro influyan en las decisiones que han tenido que tomar.

La relación de pareja no debería ser una lucha de poder, para ver quién es más fuerte y dominante, sino todo lo contrario. Entonces, cuando surjan conflictos y peleas, como ya están acostumbrados a aceptar la influencia del otro, probablemente puedan llegar a un acuerdo con mayor facilidad que las parejas que no se dejan influenciar por el otro.

*RESPETAR AL OTRO

Orto recurso dentro de una buena relación de pareja tiene que ver con la admiración y el cariño que se tienen cuando no están peleando.

Esto significa que generalmente la pareja cree que el otro merece su respeto, y que es digno de ser querido.

Parecería que las parejas, al principio de su relación, no tienen dificultades en este punto, y con el tiempo les cuesta seguir enfocando  la relación desde esta perspectiva. Si bien nuestra pareja tiene defectos y sabemos cuáles son, no nos distraemos tanto con lo negativo, porque lo positivo del otro tiene mucho más peso en la vida cotidiana. Pero, para que esto sea una realidad, hay que practicarlo y recordárselo a uno mismo, por ejemplo, ¿puedo pensar fácilmente en por lo menos tres características de mi pareja que admiro? ¿Creo que mi pareja es una persona interesante? ¿Disfruto del sentido del humor de mi pareja? ¿Me siento orgulloso de mi pareja?

Si la respuesta es no, sería un buen momento para empezar a pensar en motivos por los que usted sí podría sentirse orgulloso de su pareja.

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